Buenos Aires, una vibrante ciudad que impone un ritmo alto de caminatas para lograr hacernos una buena idea de ella. También hay sitios cercanos que ofrecen experiencias que bien valen la pena vivir. Nosotros escogimos las siguientes dos recomendaciones para complementar, o aún mejor, entremezclar la visita. En primer lugar, un destino plagado de paisajes, viajes en río y casas coloniales, ubicados a tan solo 32 kilómetros del centro de Buenos Aires: Tigre. Y el segundo, un destino místico, muy espiritual, ubicado a unos 70 kilómetros. la Basílica de Nuestra Señora de Luján, un imponente monumento de fe.
Para ir hasta Tigre hay que tomar el tren de la costa, en la terminal El Retiro.

Ese solo recorrido ya comienza a ponerle emoción al paseo, destino perfecto para conectarse con la naturaleza. Era un día soleado y frío cuando desembarcamos del tren para dirigirnos al Puerto de Frutos.

Este puerto es un verdadero mercado al aire libre en el que vimos como cargaban y descargaban pequeñas embarcaciones con bebidas, productos alimenticios, hasta muebles, flores y artículos para el hogar. Su nombre se debe al uso que se le daba antiguamente, debido a que allí se desembarcaban las frutas que se cosechaban en las fértiles tierras del delta del Paraná.

Es un mundo bastante particular, si se quiere curioso y extraño. Se trata de una porción de agua interrumpida por la tierra, que forma el delta del Paraná. Por supuesto la comunicación es sobre el agua puesto que tender una ruta saldría muy costoso.

Es bien sabido que el rio Paraná nace en Brasil y luego de recorrer varios kilómetros, sirve de límite entre Argentina y Paraguay. Desemboca formando un delta, es decir que se abre en varios brazos entre los que se forman islas debido a la gran cantidad de sedimentos que el río arrastra desde su nacimiento. Muchas de las islas solo están habitadas por animales y árboles, pero otras tienen una vida mezcla de urbano y rural que atrapan.

Lo primero que hicimos, fue recorrer el mercado. Encontramos locales impecables, limpios, con excelente parqueadero y bien dispuestos para el turismo. La oferta es inmensa y bien pensada para aquellos que quieren comprar recuerdos, artículos para el hogar, espacios para tomar fotografías y buenos sitios para comer.

Después del paseo a pie y curiosear por sus locales, nos dirigimos a comprar nuestro tiquete para navegar sobre el delta, que es el paseo estrella en este destino. Se consiguen en unas pequeñas caseticas de madera y se embarca más o menos cada hora. Desde allí van avisando por altavoz la hora de la partida que depende de el número de personas que habíamos comprado.

El recorrido incluía navegación por el Río Luján, Río Carapachay, el arrollo Angostura, el arrollo Espera Grande y el Río Sarmiento hasta llegar de nuevo al Río Luján. Abordamos en la estación fluvial una lancha colectiva, con mucha expectativa, muchos deseos de navegar por estos brazos de agua que parecían no tener fin y descubrir un estilo de vida que era inédito para nosotros.

Una vez nos pusimos en marcha, iniciamos una travesía a bordo de la naturaleza. Por los parlantes nos explicaban de vez en cuando lo que íbamos viendo con comentarios como que en las islas no había ni agua potable ni luz, aunque señal del celular y electricidad si tenían. Vimos que la gente salía de sus casas y compraban en unas lanchas que hacían las veces de un almacén y que hacen el recorrido por todo el delta.

Las islas no están unidas al continente por puentes de manera que la única forma es tomar colectivos o ir en su lancha privada. Además de las lanchas almacén, también hay lanchas ambulancia y una que nos llamó la atención, las lanchas heladerías que en verano tendrán una alta demanda. Como en toda comunidad, los habitantes de las islas tienen sus códigos, entre ellos la manera de avisarle a la lancha almacén que necesitan de sus servicios: dejan en el muelle una bolsa colgada y cuando el almacenero la ve, se acerca y saca de su interior la lista. Al terminar de aprovisonar, se cobra el valor que está dentro de la misma bolsa, deja los vueltos y continúa su recorrido.

Muchas casas de estas islas están construidas sobre pilotes y se puede apreciar durante todo el recorrido casas viejas y caídas y en cambio, otras casas nuevas y fuertes. Hay algunas especialmente bellas. También vimos que hay una buena infraestructura de hoteles regados por todo el delta.

Todas se caracterizan por tener su letrero con el nombre de la casa. Por el sector que estuvimos hay una sola escuela de primaria y secundaria. Una lancha pasa a buscar a los niños y a los profesores. También hay una capilla.

Por el río Sarmiento pudimos a preciar el museo Domingo Faustino Sarmiento que es la casa donde el expresidente de la argentina pasaba algunos fines de semana y ante el deterioro de la misma, la municipalidad de tigre se hizo cargo de su reparación. La cubriieron con cristales para conservarla. También pudimos apreciar la casa que Sandro (el cantante) utilizo para grabar su película el estudiante. Nos enteramos allí que tigre es la capital provincial del remo; no en vano vimos varios clubes. Descubrimos este mundo tan diferente y maravilloso que no dudamos que estas dos horas valen mucho más que lo que pagamos.

Complementamos la navegación con el paseo por la costanera visitando: el paseo Mitre, el paseo Lavalle y el paseo Victorica. Sin duda que fue una buena caminata por este lugar excepcional que combina la naturaleza con la vista al Río Luján.


A nuestro paso nos encontramos con locales gastronómicos muy agradables, clubes de remos, el museo del mate, el museo naval hasta llegar al museo de Tigre, una bellísima construcción que mas parecía un castillo.


Nuestra recomendación es hacer este paseo a pie y sin prisa. Aprovechar la generosa sombra de los árboles, observar las fachadas de casonas antiguas y tomar fotos.

Llegando al final del paseo, el Museo de Arte de Tigre nos sorprendió. Un bellísimo edificio perfectamente conservado. Este museo fue fundado por el intendente Ricardo Ubieto que involucró a la comunidad de Tigre en el proyecto.


Estaba abierto al público y lo visitamos para conocer su colección de arte figurativo Argentino y su bello edificio que antes del museo, fue un afamado club local.


La construcción está rodeada de espléndidos jardines dignos de cualquier rey de la antigüedad. El interior del edificio organizado como galería y nos resultó agradable el recorrido, que por demás es corto.

Al salir, recibimos de premio un bello atardecer a orillas del Río Paraná.




De esta manera cerramos con broche de oro nuestro paseo por Tigre. Lo recomendamos muchísimo. Es un paseo de día completo.
Partimos hacia el Santuario de Nuestra Señora de Luján un domingo, temprano en la mañana. Para ir desde Buenos Aires tomamos la ruta provincial 6 y llegamos en aproximadamente una hora. Eso sí, prepárate para los peajes.

Nuestra Señora de Luján es la patrona de los argentinos y con tan solo llegar, se siente esa atmósfera espiritual que la envuelve. La historia cuenta que el hacendado portugués Antonio Farías de Sá, habitante de Tucumán, encargó a un paisano suyo, residente en Pernambuco (Brasil), una imagen de la Virgen María en la advocación del misterio de la Purísima Concepción para ser expuesta a la veneración en la capilla que estaba construyendo en su estancia del pago de Sumampa (Santiago del Estero). Desde Brasil se le envío la imagen pedida y otra más de la Maternidad de la Virgen, acondicionadas separadamente en dos cajones, que desde el puerto de Pernambuco fueron transportadas a Buenos Aires en el navío del capitán Andrea Juan, el cual arribó a destino por el mes de marzo de 1630.

En el camino real a Córdoba, allá por principios del mes de mayo, cuando la tropa de carretas se encontraba a orillas del Río Luján, en un paraje denominado del “Árbol sólo”, la imagen que representaba la Inmaculada Concepción determinó quedarse milagrosamente en aquel lugar para amparo y veneración de los pobladores de la zona. Convirtiéndose con el paso de los años en Patrona del antiguo Virreinato del Río de la Plata y luego de las repúblicas hermanas de Argentina, Uruguay y Paraguay.

Los bueyes de la carreta que transportaba las imágenes en un momento no pudieron siquiera moverse. Descargado una de los cajones continuaba sucediendo lo mismo. Pero al hacerlo con el que contenía la Inmaculada Concepción, la carreta rodó sin dificultad alguna. Lo mismo sucedió cuando colocaron arriba el otro cajón con la Maternidad, por lo que continuaron el viaje con ella sola hasta su destino final, los pagos de Sumampa. Este es precisamente el origen del Santuario de Nuestra Señora de la Consolación de Sumampa, en la provincia de Santiago del Estero, compañera de viaje de la Inmaculada Concepción de Luján.

El primer sentimiento que embargó el corazón de los troperos y demás personas presentes fue el asombro. Después de las consabidas demostraciones de devoción y respeto, entendiendo que aquella imagen de la Purísima Concepción deseaba quedarse en ese preciso lugar, resolvieron trasladarla a la casa de la estancia de la familia Rosendo. Se trataba de la población mas próxima a la vera del camino real, llamada también entonces, por su ocupante actual, de Bernabé González Filiano. Allí la depositaron, en el mejor lugar de la vivienda, y le improvisaron un precario altar, donde comenzó a ser venerada la Santa Imagen.


Es una linda basílica de estilo neogótico y posee dos grandes agujas, en su interior está lleno de altares todos muy bien decorados. Para el día de nuestra visita, colocaron el icono del Negro Manuel y pedían a los devotos sus oraciones para que fuera canonizado, su historia es muy bonita y está estrechamente ligado con la de la virgen de Luján.

Dejamos el siguiente enlace para quienes tengan interés: https://es.aleteia.org/2019/08/14/el-negrito-manuel-el-esclavo-que-amo-a-la-virgen-de-lujan-ya-es-siervo-de-dios/
Nos preparamos para salir a un nuevo país: Uruguay. Y a pesar que después de este país retornaremos a Misiones en territorio Argentino, sentimos la nostalgia propia de una despedida. También, por que nó, un poco de tristeza. Sentimos el afecto de las personas que hicieron parte de nuestra aventura y vivimos intensamente sus paisajes desde Ushuaia hasta La Quiaca y todas las rutas que recorrimos. Nos llevamos el mejor de los recuerdos que adornan una enorme sonrisa.
Hasta pronto Argentina y bienvenido Uruguay. Esa será nuestra próxima historia. Hasta pronto.
Martha&Felipe
Pipe, este destino nos falta !!!!
Hay que hacerlo! Es maravilloso. Saludos